Mi nombre es Oscar Medina y nací en febrero de 1988.
Durante mi infancia y adolescencia, los animales estuvieron muy presentes en mi vida; de una manera indirecta, pero próxima.
A mi aitona le gustaban mucho los animales. En el caserío Erreka tenía perros, gatos, pottokas, abejas, gallinas, conejos, ovejas y cabras. Aunque su profesión no tenía nada que ver con el mundo rural, sacaba el tiempo de donde podía para atenderlos. Yo iba allí amenudo y jugaba con todos ellos, pero principalmente con los perros.
Cuando Laska, un labrador retriever llegó a mi casa, fue cuando realmente me di cuenta de que me encanta trabajar con perros. Al jubilarse mi aitá y después de pensarlo mucho, nos decidimos por un labrador. Una preciosidad de 3 meses que nos llenó de felicidad. Queríamos un perro que fuera feliz y que supiera comportarse, pero para su educación necesitábamos ayuda. Nos inscribimos en un curso de adiestramiento y ahí descubrí que yo también quería ayudar a propietarios y perros a ser mas felices juntos.
Soy Técnico Superior en Animaciones Físicas y Deportivas y una de mis pasiones es el deporte en general. Mientras estudiaba, hice un curso de “Psicología, Educación y Adiestramiento Canino” para saber si realmente me gustaba este mundo. Terminado el curso, me decidí a ampliar conocimientos sobre el comportamiento, modificación de conducta, razas, etc.

Continué formándome en etología canina, psicología, educación, adiestramiento, especialidades del adiestramiento. Mientras me formaba, adopté una perrita que había sido abandonada y se encontraba en un estado lamentable. La llamé Mía, pues así la sentía, ... y ella fue mi primer gran reto. Trabajé muy duro con ella, primero quitando sus miedos a base de mucho cariño y firmeza y al mismo tiempo enseñándole a incorporarse a la vida familiar.
Cuando obtuve el título de Adiestrador y Educador canino, me inscribí en el Registro de Adiestradores caninos del País Vasco y a partir de ese momento, comencé a realizar adiestramiento y modificación de conducta con perros y sus propietarios.
A mediados de 2014, me propuse ampliar mis servicios creando la “Residencia Canina y Felina ERREKA”. Ha sido un largo y no menos complicado camino desde la primera idea, pero mi proyecto ya está aquí: Una residencia donde, si fuera necesario, te ayudan a modificar un mal comportamiento del perro. Un lugar donde dejar a tu mascota cuando te vas de vacaciones con la tranquilidad de que va a estar bien atendido, no masificado, donde tanto los perros como los gatos cuentan con espacios individuales para su descanso y que además pueden interactuar entre ellos y los cuidadores; Siempre en espacios amplios y protegidos